CIUDAD DE VINIL
Por: Amilcar Navarro.
PETRÓLEO Y ROCK.
El petróleo ha sido el hecho socio-económico más significativo acaecido en Venezuela durante el siglo veinte. Su explotación económica, conviene situarla entre 1914 a 1916 pero no es hasta finales de los años veinte, durante la dictadura Gomecista, cuando este producto se hace fuertemente exportado; Chirinos, 2009, enfatiza: “La industria petrolera nació bajo el signo del entreguismo por parte del gobierno de Gómez hacia las grandes compañías extranjeras”. La industria del petróleo supone para Venezuela su crecimiento económico y con esto la llegada de nuevas culturas ajenas al país traidas por extranjeros interezados en dicha industria. Así entra el rock a Venezuela, por influencia de ingleses y norteamericanos que venían a trabajar en los nichos petroleros. Esta teoría ha cobrado fuerza a partir de los trabajos de Cupello y Allueva, incluso gracias a sus investigaciones, entre otros autores, se pude diagramar un marco histórico para especificar el tiempo y espacio a través de sus protagonistas.
Según toda esta data el rock en Venezuela nace en Maracaibo hacia finales de los años cincuenta con el grupo Los Impalas y de allí se extiende a todo el país. La teoría más célebre relata que los hijos de los extranjeros trabajadores de las plantas petroleras traían discos de música rock desde su país de origen, al igual que los jóvenes venezolanos que se iban a estudiar a los Estados Unidos; es decir, que para que se pudiera dar este fenómeno tuvo que haber una transculturización en Venezuela.
Sin embargo todo el proceso relativo a su evolución estuvo marcado, primero por la imitación en los años sesenta con ritmix de los Beatles, luego la explosión de la psicotomimetica en los años setenta cuando las agrupaciones venezolanas comenzaron a crear un rock puramente local, más nacionalista; en este periodo surgieron agrupaciones como La Misma Gente, Vytas Brenner, La Banda Municipal de Gerry Weil. En los ochenta nace el heavy metal de la mano de Grand Bite, Resistencia, Arkangel, entre otros. Los noventa arranca con el llamado Movimiento Insurgente, apoyo fiel de grupos como Zapato 3, Desorden Público, Sentimiento Muerto; también en los noventa el metal extremo venezolano toma vuelo desde lo underground, de aquellos años aún subsisten entre nosotros, Tinieblas, Krueger, Natastor, Epitafio, etc. En la década de dos mil la ola del new metal invadió las principales emisoras del país.
A modo de conclusión sostengo la idea de que en Venezuela todavía no ha habido un movimiento rockero lo suficientemente contestatario y madurado para su exportación. Varios factores han truncado el desarrollo del rock en el país, factores financieros, gubernamentales y mercadotécnicos. Solamente en esta última década, para descontento o admiración, se comienza a asomar un vuelco de los recursos del estado hacia algunos movimientos culturales juveniles, pero el desarrollo de la cultura de un pueblo comienza en la conciencia individual, quizás por ello el rock en Venezuela no tiene cimientos definidos. El petróleo marca la génesis de este proceso evolutivo pero, ¿quién lo continua?
“somos un pueblo que marcha borrando sus pasos”
Rómulo Gallegos.
tremendo--...
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